Es única en su especie, pues no hay en toda España otra escultura
pública que homenajee a la República. Y, aprovechando este tributo,
que simboliza la paloma del mástil vertical, gira la vista al pasado
común de la cultura astur-galaica, reflejado en un reloj solar. Así
lo quisieron Acisclo Manzano y Xaime Quessada, dos gallegos
orgullosos de su tierra y de la nuestra, hipercríticos con el
sistema e ideologizados hasta la médula.
-Acisclo Manzano inicia la explicación de una pieza con una fuerte
carga simbólica. ¿Podría definirla?
-Está dedicada a la Segunda República. En este sentido, es el primer
y único monumento que hay en España. Alude a la época en que se
expuso en París el 'Guernica' y es un homenaje a aquellos primeros
republicanos, como hombres de izquierdas que somos.
-¿Cómo se gestó?
-Nos encargaron una escultura sobre esta idea y nos hablaron de la
avenida de Carlos Marx. En principio en la mediana, pero por
problemas técnicos optamos por aquel jardín, un lugar más íntimo
donde debes encontrarte con ella.
-'Monumento a la República' consta de dos piezas muy diferenciadas:
una cilíndrica y otra vertical. ¿Tienen significados independientes?
-Están en un diálogo entre la modernidad y la memoria histórica de
los petroglifos, que eran tallas en piedra. El disco simboliza un
reloj de la historia, que se centra en las civilizaciones asturiana
y gallega. Recoge grabados del pasado. Y el vertical va a la
República, al gran escultor Alberto y a Picasso. Recuerda la
escultura de Alberto, la modernidad de ese tiempo.
-En el formato circular, ¿cómo está presente la tradición?
-Se refiere a la asturiana y la galaica. Hay una relación entre unos
y otros, una comunicación. A pesar de todo, España sigue siendo
republicana, sobre todo Asturias. Ahora, con todo tan globalizado,
tenemos una estructura de gobierno en la cual no sé si estoy en
Gijón, Ourense o Guadalajara. Te van eliminando la identidad. La
república también se perdió en ese proceso. Hay que ir a un Estado
federal, somos europeos, pero tu eres asturiano y yo, gallego.
-¿Es el hierro utilizado otra manera de simbolizar la idea de
recuerdo?
-Recuerda las minas, el hierro, el óxido. Se identifica con la zona
y simboliza el pasado. De hecho, el material, aunque se fundió en
Galicia, salió de las minas de ahí.
-¿Cómo han trabajado juntos?
-Tenemos una gran comunión, aunque nunca trabajamos a la vez. La
estudiamos, la hablamos, la dibujamos. Xaime es más pintor y yo más
escultor. En este caso, la concebimos los dos y alternamos su
desarrollo. Nos damos libertad y vamos enlazando. Si estamos juntos,
discutimos. (risas)
La
división del Eo
-Pasamos a Xaime Quessada. ¿Cuáles son sus vínculos con
Asturias?
-Tuve una gran relación con Areces cuando éramos del PC. Él
participó en la organización del PC gallego. Por aquel entonces hice
una exposición en Gijón y él, en agradecimiento, me quería comprar
un cuadro. En esa situación, sugirió hacer un monumento a la
república, el primero de España.
-¿Y cómo la concibieron entre dos?
-Ideamos un elemento en hierro que aunase la cultura asturiana y
gallega desde la prehistoria, un universo onírico donde no hay lugar
a la división que plantea el Eo. Nos dimos cuenta de que toda
arqueología es exacta. En el reloj del tiempo destacamos elementos
ancestrales y el elemento vertical es un monumento inspirado en
Alberto -madrileño, panadero, luchador brigadista, escultor genial,
que se marchó a Moscú tras la Guerra Civil-, citado, pero olvidado.
-Habla de una fusión astur-galaica un tanto estancada hoy en día.
-Al andar un poco, ves que no hay división: la gaita, los hórreos
Hay mucho en común. Pero curiosamente, en Galicia nos tapan -Fraga
nos tapa- y en Asturias nos potencian. En Galicia nos miman y nos
quieren, pero la memoria histórica la borran. Silencian todo. Me
compran todo, pero no me dejan exponer.
-¿Cómo se conmemora en esta obra la República?
-Era una gente cojonuda, demasiado buenas personas. Yo nací en 1937,
año de guerra y del 'Guernica'. Nuestra generación es un poco
cómica, igual que nuestra vida. En ese sentido, la república es como
un pajarito. De ahí que hayamos representado un menhir abstracto y
el pajarito que canta a las estrellas, la luna y la república. Es la
delicadeza de Picasso, Lorca, Machado, Buñuel Lo más bonito es la
sensibilidad que hubo en este proyecto entre asturianos y gallegos.
-¿Qué relación guarda el mástil con el reloj solar?
-El arte no tiene explicación lógica. Un monumento funciona en el
inconsciente o no. El artista puro da más sentido a sentir que a
entender. Dicho esto, la intencionalidad es un homenaje a Asturias y
a nuestros maestros, que eran geniales, y recordar un poco a
Alberto, ese gran republicano.
-Hay quien ve en la obra un monumento a la paz y a la esperanza.
-Toda obra de arte tiene ese trasfondo. El tiempo pone a todo en su
sitio y determina lo que vale. Siempre es el triunfo de la vida
sobre la muerte. El artista deja un testimonio. El político es el
que lanza las bombas