Un cartel escrito a mano señala el lugar donde se fusilaba a las víctimas de la fosa común

L. S. N. / E. F.-P.

Las flores cubrían la explanada de la fosa común del cementerio de San Salvador, donde por la mañana, a las 12.30, se celebró un sencillo acto en recuerdo de las personas enterradas en ella y de todas las víctimas de la represión, durante la guerra civil y en los años que siguieron a la contienda. En el lugar en que producían los fusilamientos, donde la Asociación de Amigos de la Fosa Común de Oviedo quiere colocar un monolito en memoria de las víctimas, alguien colocó un poste y un letrero escrito a mano: «Aquí fueron fusilados 1.331 hombres y 9 mujeres durante la represión franquista (1937-1952)». La zona se cercó con vallas y cintas de la Policía Local que protegían las flores colocadas en su interior, sobre el suelo.

Entre los asistentes al acto de la fosa común había familiares de los allí enterrados, como José García Cavite y Félix Espejo. En representación de la Agrupación Municipal Socialista (AMSO) se acercó hasta allí Fernando Valle y también se desplazó hasta el cementerio civil el eurodiputado socialista y ex alcalde Antonio Masip. Éste lamentó que «cada año sean menos los jóvenes que acuden hasta la fosa común para recordar a las víctimas de la represión franquista» y manifestó su determinación de no faltar a esta cita anual, que considera un deber para con todos ellos.

El monumento funerario que el otro bando de la guerra civil tiene en el pasillo principal del cementerio ovetense había sido decorado con una corona de laurel, ya seco, y algunos ramos de flores.