Tres jóvenes becarios de la Universidad de Oviedo intentan contabilizar el número de víctimas de la guerra civil y de la posguerra en Asturias. Desarrollan un estudio riguroso y serio que trata de hacer un recuento que incluya tanto las víctimas oficialmente registradas como aquellas que no constan. Se pretende. además, localizar las fosas comunes y otros lugares de enterramiento. Todo ello, desde el más profundo respeto, y con conciencia de lo delicado que puede resultar el asunto para muchas personas. Gustavo Álvarez, Pedro Alonso e Irene Díaz no pretenden crear polémica: sólo buscan conservar la memoria histórica.

El de estos tres jóvenes es un proyecto conjunto de la Universidad de Oviedo y el Gobierno del Principado, dirigido por la profesora Carmen García, de la Facultad de Geografía e Historia. Tras una primera fase de estudio en las zonas occidental y central de Asturias, este año se ha iniciado una segunda fase de estudio en la zona oriental. Ejecuta el trabajo Irene Díaz, naveta y licenciada en Geografía e Historia. «Hay que hacerlo ya; hay que hablar con los supervivientes y localizar las fosas comunes antes de que toda esa información se pierda. Es fundamental en este proyecto tratar de recoger todos los testimonios», afirmó la estudiante.

Por eso, uno de los trabajos centrales de estos jóvenes, aparte de consultar archivos y documentación escrita, es ponerse en contacto con toda esa generación que vivió aquellos duros años, y recoger así sus testimonios. La ayuda de los vecinos es primordial. No falta tampoco quien, una vez conocido el proyecto, trata de ponerse en contacto con este grupo de jóvenes buscando indicios de algún familiar desaparecido. Toda la información que recogen va al Archivo Histórico, a fin de que pueda ser consultada de manera seria y sin entrar en polémicas. «Se trata de afrontar una realidad que está ahí, que se obvió durante muchos años», afirmó Irene. «Con el testimonio de cada una de las personas entrevistadas te llevas una visión mucho más real, alejada de las frías cifras o de la descripción de hechos que te encuentras en cualquier libro. Se trata, además, de hacer una aproximación a un momento de la historia de cada concejo. Testimonios personales, anécdotas, experiencias, testimonios orales en definitiva, son uno de los cimientos de este estudio», añadió la joven.