IU arremetió ayer con dureza contra la consejera de
Cultura, la socialista Ana Rosa Migoya, por oponerse a
la retirada de los símbolos franquistas que permanecen
en el remodelado recinto de la Universidad Laboral.
El portavoz municipal de esta formación y tercer
teniente de alcalde, Jesús Montes Estrada, acusó a la
consejera socialista de «insultar al electorado de
izquierda» con su defensa de la conservación de la
iconografía del antiguo régimen en el complejo en
obras. «Miles de gijoneses nos sentimos con sus
palabras presa de un ataque de ira y estafados», le
afeó a Migoya
«La consejera, además de responsable de Cultura, es
portavoz del Ejecutivo regional. Por ese motivo debe
sopesar más sus declaraciones y máxime cuando hay un
gobierno plural de la izquierda en Gijón y en
Asturias. Porque de lo contrario lo que hacen los
supuestos rojos como ella es que, cada vez que hablan,
sube el pan», criticó el concejal, que censuró a la
política socialista que actúe como «portavoz de
carcamales y franquistas».
Migoya apeló a la madurez democrática de la sociedad
asturiana y española para «poder mirar con
tranquilidad» unas reminiscencias históricas cuya
desaparición -aseguró- equivaldría a «mutilar» el
conjunto arquitectónico de Luis Moya. Un edificio que,
subrayó la consejera, fue concebido de esa forma para
representar un periodo histórico concreto que, eso sí,
a su juicio no se debe repetir.
Jesús Montes Estrada rechazó de plano esas
consideraciones y reprochó a la titular de Cultura que
justifique la conservación de unos elementos que «no
tienen valor artístico ni patrimonial, y además de
interesarle a ella y a cuatro fachas, son vestigios de
la época más negra de la historia del siglo XX en este
país».
El concejal aseguró que la postura de la consejera «es
la antítesis de la memoria histórica», en cuyo año se
están desarrollando varias iniciativas, y que por ese
motivo «si tanto le gustan esos símbolos, lo mejor que
puede hacer es llevárselos a su casa o cedérselos, a
través de algún convenio, a Gabino de Lorenzo, porque
estoy seguro de que hay gente del 'Oviedín del alma'
que estaría encantada de recibirlos como joyas». «El
sitio donde deben estar los vestigios fascistas, si no
es en casa de la consejera o en el Ayuntamiento de
Oviedo, es en una nave o en un almacén», agregó.
Elevación de quejas
Además el portavoz de IU quiso corregir a
Migoya, parafraseándola, al recalcar que «los únicos
mutilados que hay en Gijón son más de 2.000 fusilados
que están en el cementerio de El Suco, a los que hay
que sumar otros tantos que mataron en Oviedo y los
250.000 paseados por campos de concentración y de
trabajo».
Montes Estrada adelantó que trasladará su malestar e
indignación a su grupo en la Junta General del
Principado, «porque la consejera no puede venir aquí a
hablar de estas cosas en nombre de Gijón y de
Asturias, cuando lo que dice es un despropósito
total».