EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza


Domingo 16 de Abril de 2006
GIJÓN

Otro paredón en el Sucu
El escultor asturiano Juan Villa proyectó un monumento de hierro, de seis metros de largo y cuatro de alto, en memoria de los republicanos que yacen en la fosa común

J. M. C.

De los fondos recaudados en una suscripción popular, que se iniciará próximamente, saldrá el dinero necesario para levantar otro paredón en el Sucu, pero éste en memoria de los republicanos que encontraron la muerte delante de las tapias del cementerio de Ceares durante la guerra civil y en la posguerra gijonesa. El nuevo paredón será una mole de hierro oxicorte de seis metros de largo y cuatro metros de altura, donde irán grabados los nombres de las personas que yacen en la fosa común del Sucu, cuyo número exacto se desconoce, así como las identidades de muchas de ellas.

El proyecto del monumento fue presentado en la tarde del pasado 14 de abril durante el acto celebrado ante la fosa común, en memoria de los allí enterrados, por la Asociación Memoria Histórica Asturiana e Izquierda Unida (IU). Su autor es el joven escultor asturiano Juan Villa Herrero, nacido en Luarca en 1978 y nieto de un republicano que murió en los combates de El Mazucu (Llanes), durante la última gran batalla de la guerra civil en el teatro de operaciones del Norte (septiembre de 1937).

Juan Villa, que desde 1998 aplica la técnica escultórica para trabajos de reproducciones arqueológicas, restauraciones, decorados teatrales y todo tipo de representaciones volumétricas, ideó el monumento en su taller de la localidad de Cubillas de Santa Marta, situada entre Palencia y Valladolid, donde puso en marcha la empresa Prometeo.

«La forma básica de la escultura se inspira directamente en el muro donde fueron asesinadas entorno a mil quinientas personas», explicó Juan Villa. El bloque de hierro estará perforado «bruscamente por un agujero que simula los tremendos impactos de bala que aún hoy se pueden apreciar (en el paredón original, que es de cantería), y dentro de ese agujero irá una esfera de bronce, una especie de cápsula en cuyo interior los familiares y allegados de los fusilados podrán introducir un recuerdo personal», afirmó el escultor, que estudió artes y oficios en Valladolid.

Otro homenaje

Horas antes del acto de homenaje de la Asociación Memoria Histórica Asturiana e IU a los enterrados en la fosa común, se celebró otro análogo, pero convocado por el Ateneo Obrero de Gijón y la Sociedad Cultural Gijonesa. Víctor Guillot, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, fue este año el encargado de pronunciar un discurso alusivo, en el que afirmó que «la II República se me presenta como una hermosa y trágica leyenda, si acaso, la apasionante cruzada de aquellos que, a través de la razón, dieron un nuevo impulso a España y consiguieron, al igual que un jardinero, esculpir con sus tijeras un jardín de las delicias preñado de esperanza que la canalla, en caletre de rábula, haría tornar en infierno y pesadilla».

Ya por la noche, pasadas las nueve y media, en la Casa del Pueblo del PSOE se celebró una cena conmemorativa del 75.º aniversario de la proclamación de la II República (el 14 de abril de 1931), que contó con la presencia de decenas de militantes y simpatizantes de la Agrupación Socialista de Gijón, cuyo secretario general, José Manuel Sariego, fue uno de los comensales, así como varios concejales socialistas del Ayuntamiento gijonés.

Prensa 2006
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