Para muchos maestros como
Marcelino Castillo |
El Colegio
Jovellanos incorpora una placa a su fachada en memoria de los
educadores de la II República
A. RUBIERA
«A los maestros y maestres de la II República que ficieron
posible una escuela pública, integradora y laica. Y
especialmente a quienes pagaron cola vida'l so compromisu cola
llibertá».
Es el texto que llevará inscrita la placa que mañana,
miércoles, se incorpora a la fachada principal del Colegio
Jovellanos, en la calle de la Merced (18 horas). Un colegio
«del centro de la ciudad», para que este homenaje no quedara
esquinado, «porque lo que hicieron estos hombres y mujeres por
la educación merecía tener un lugar preferente». Mario Suárez,
director del Colegio Jovellanos, y la concejala de Educación,
Carmen Rúa, refrendaron de esa forma el homenaje tardío (la
fecha que figure en la placa será de abril) que se hace en
Gijón a los protagonistas de la labor educativa en la II
República, muchos de los cuales fueron gravemente
represaliados y, cuando menos, silenciados. «Son los
antecesores de la educación que hoy en día reivindicamos y
muchos de ellos fueron apartados brutalmente de su profesión»,
indicó la concejala de IU.
Rúa especificó que «el acto es institucional, ya que partió de
la concejalía, pero cuenta con el respaldo total del colegio
-el Consejo Escolar aprobó la placa-, la Junta de Gobierno, la
Consejería y las asociaciones de izquierdas de la ciudad».
Sin querer personificar en nadie, a Rúa le salió del corazón
acordarse de su maestro de Montiana, Marcelino Castillo, y que
no siendo de los educadores gravemente represaliados sí se
encontró en la lista de maestros «vigilados». Agradeció que
hubiera podido ejercer una docencia «que incluyó que nunca
cantásemos el "Cara al sol", o rezáramos». Pero Castillo es
sólo uno de los muchos nombres -como Enrique García Riestra o
Paulino Rodríguez- que en larga lista podrían acompañar a la
placa, algo que no se vio necesario. «Muchos fueron seres
anónimos por las circunstancias que vivieron, pero a todos
ellos va el homenaje», apuntó Mario Suárez, director del
Colegio Jovellanos. Suárez expresó la «devoción» que muchos
docentes actuales sienten por unos maestros que ejercieron en
una época en la que se apostó «por nuevas escuelas, más
maestros y más calidad». Profesionales «que defendieron una
escuela laica, que despertase la conciencia de los niños y
libre de todo dogma». El acto, que se ha incorporado al
programa de las II Jornadas de Educación que organiza IU-BA,
tendrá una previa, hoy, con la proyección, a las 19.30 horas,
en la Biblioteca Jovellanos, del documental «La escuela
fusilada». |
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