EDITORIAL PRENSA ASTURIANA Director: Isidoro Nicieza


Domingo 8 de Octubre de 2006

Cuencas

Las asociaciones de la Memoria Histórica consideran una «ofensa» la ley de Zapatero

Los colectivos republicanos que rindieron homenaje a las victimas del Pozu Fortuna critican que iguale a vencedores y vencidos

Pozu Fortuna (Turón),
José A. ORDÓÑEZ

El homenaje a los centenares de represaliados por el franquismo que fueron arrojados al Pozu Fortuna de Turón se convirtió ayer en todo un alegato contra el proyecto de ley de Memoria Histórica que impulsa el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El acto, celebrado en las inmediaciones de la impresionante fosa común, dejó bien claro que el texto redactado por el Ejecutivo merece un unánime y frontal rechazo de las asociaciones que defienden la restitución moral y legal de la II República y de cuantos sufrieron algún tipo de persecución por defenderla. Víctor Luis Álvarez, presidente de la asociación Memoria Histórica Asturiana, calificó el proyecto de «inaceptable», mientras que el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en el Congreso, Joan Tardá, que se desplazó a la región para tomar parte en el homenaje del Pozu Fortuna, lo tildó de «ofensa a todos los demócratas», al tiempo que anunció que la formación independista presentará en breve una propuesta alternativa. Macrino Suárez, ministro de la II República en el exilio y presidente del Ateneo Republicano, y Víctor Díaz, histórico militante comunista y ex preso político, expresaron una postura similar y, además, alertaron de un resurgir de la extrema derecha en España, amparada en muy buena parte, según apuntaron, en «seudohistoriadores empeñados en ocultar y tergiversar la verdad de cuanto ocurrió entre 1931 y 1975».

El homenaje a las víctimas del Pozu Fortuna comenzó con un acto político en el que el alcalde de Mieres, Luis María García (PSOE), abrió el turno de intervenciones. El regidor no hizo referencia alguna al proyecto de ley que impulsa el Ejecutivo de Zapatero, aunque pidió «respeto para la memoria y para cuantos quieren llorar a sus muertos». García añadió que los represaliados por el franquismo y sus familiares se merecen el «homenaje de las heridas borradas», y calificó la fosa común turonesa de «sumidero por el que se han perdido décadas de libertad». Seguidamente, tomó la palabra Víctor Luis Álvarez, quien, además de alabar el compromiso del Ayuntamiento para que el edificio de la carpintería de la explotación minera se convierta en un aula didáctica, no dejó escapar la oportunidad para criticar de manera rotunda el proyecto de ley sobre el asunto. Según indicó, «ni nos satisface, ni es el texto que esperábamos, sino un intento de contentar al fascismo y de hacerle una serie de concesiones que no van a servir de nada, porque esas gentes son insaciables». Álvarez se mostró especialmente combativo con el hecho de que el documento hable de «dos bandos», cuando, a su juicio, «lo que realmente hubo fue, por un lado, un Gobierno legalmente constituido y, por otro, un alzamiento militar fascista».
Tras Marcelino Escudero, presidente del Foro Pozu Fortuna, que hizo un repaso a los nombres de los cientos de militantes republicanos y de izquierdas que fueron arrojados a la fosa común, intervino el ex preso político e histórico dirigente comunista Víctor Díaz. Al igual que el resto de oradores, salvo Luis María García, centró su intervención en criticar una ley de Memoria Histórica que, según dijo, «comete el error de equiparar a vencedores y vencidos y no recoge la revisión de todos los juicios sumarísimos».
Por su lado, Macrino Suárez, ministro de la II República en el exilio, aseguró que el proyecto «está tan suavizado que se queda sin esencia». A su juicio, entre otras cosas, debería «rehabilitar a los militares que permanecieron fieles a la legalidad y hacer un reconocimiento a los maestros y profesores republicanos». Tras la intervención de Tardá, el acto concluyó con una ofrenda floral bajo los sones del Himno de Riego, interpretada por la Banda de Música de Mieres.

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