Cuencas Las asociaciones de la Memoria
Histórica consideran una «ofensa» la ley de Zapatero
Los colectivos republicanos que
rindieron homenaje a las victimas del Pozu Fortuna critican que
iguale a vencedores y vencidos
Pozu Fortuna (Turón),
José A. ORDÓÑEZ
El homenaje a los centenares de represaliados por el franquismo
que fueron arrojados al Pozu Fortuna de Turón se convirtió ayer en
todo un alegato contra el proyecto de ley de Memoria Histórica que
impulsa el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El acto,
celebrado en las inmediaciones de la impresionante fosa común,
dejó bien claro que el texto redactado por el Ejecutivo merece un
unánime y frontal rechazo de las asociaciones que defienden la
restitución moral y legal de la II República y de cuantos
sufrieron algún tipo de persecución por defenderla. Víctor Luis
Álvarez, presidente de la asociación Memoria Histórica Asturiana,
calificó el proyecto de «inaceptable», mientras que el portavoz de
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en el Congreso, Joan Tardá,
que se desplazó a la región para tomar parte en el homenaje del
Pozu Fortuna, lo tildó de «ofensa a todos los demócratas», al
tiempo que anunció que la formación independista presentará en
breve una propuesta alternativa. Macrino Suárez, ministro de la II
República en el exilio y presidente del Ateneo Republicano, y
Víctor Díaz, histórico militante comunista y ex preso político,
expresaron una postura similar y, además, alertaron de un resurgir
de la extrema derecha en España, amparada en muy buena parte,
según apuntaron, en «seudohistoriadores empeñados en ocultar y
tergiversar la verdad de cuanto ocurrió entre 1931 y 1975».
El homenaje a las víctimas del Pozu Fortuna comenzó con un acto
político en el que el alcalde de Mieres, Luis María García (PSOE),
abrió el turno de intervenciones. El regidor no hizo referencia
alguna al proyecto de ley que impulsa el Ejecutivo de Zapatero,
aunque pidió «respeto para la memoria y para cuantos quieren
llorar a sus muertos». García añadió que los represaliados por el
franquismo y sus familiares se merecen el «homenaje de las heridas
borradas», y calificó la fosa común turonesa de «sumidero por el
que se han perdido décadas de libertad». Seguidamente, tomó la
palabra Víctor Luis Álvarez, quien, además de alabar el compromiso
del Ayuntamiento para que el edificio de la carpintería de la
explotación minera se convierta en un aula didáctica, no dejó
escapar la oportunidad para criticar de manera rotunda el proyecto
de ley sobre el asunto. Según indicó, «ni nos satisface, ni es el
texto que esperábamos, sino un intento de contentar al fascismo y
de hacerle una serie de concesiones que no van a servir de nada,
porque esas gentes son insaciables». Álvarez se mostró
especialmente combativo con el hecho de que el documento hable de
«dos bandos», cuando, a su juicio, «lo que realmente hubo fue, por
un lado, un Gobierno legalmente constituido y, por otro, un
alzamiento militar fascista».
Tras Marcelino Escudero, presidente del Foro Pozu Fortuna, que
hizo un repaso a los nombres de los cientos de militantes
republicanos y de izquierdas que fueron arrojados a la fosa común,
intervino el ex preso político e histórico dirigente comunista
Víctor Díaz. Al igual que el resto de oradores, salvo Luis María
García, centró su intervención en criticar una ley de Memoria
Histórica que, según dijo, «comete el error de equiparar a
vencedores y vencidos y no recoge la revisión de todos los juicios
sumarísimos».
Por su lado, Macrino Suárez, ministro de la II República en el
exilio, aseguró que el proyecto «está tan suavizado que se queda
sin esencia». A su juicio, entre otras cosas, debería «rehabilitar
a los militares que permanecieron fieles a la legalidad y hacer un
reconocimiento a los maestros y profesores republicanos». Tras la
intervención de Tardá, el acto concluyó con una ofrenda floral
bajo los sones del Himno de Riego, interpretada por la Banda de
Música de Mieres.
Prensa 2006
Indice
general
|