Miembros de la Asociación de Familiares y Amigos de la Fosa Común de Oviedo acudieron al cementerio del Salvador a honrar a los más de 1.700 muertos de la represión franquista que yacen allí. Al lugar donde está enclavado el enterramiento colectivo, y un conjunto de lápidas recuerda los nombres de todos aquéllos cuya identidad se conoce.
El presidente de la asociación, Celestino Martínez, criticó ayer la propuesta conjunta que, un día antes, aprobó la Junta General con los votos de todos los grupos parlamentarios, menos el popular. Familiares y Amigos de la Fosa está de acuerdo en aspectos como la dignificación de la memoria. También aprueba e, incluso, reclama mayor investigación histórica con implicación de la Universidad. Sin embargo, dijo que desaprueba las exhumaciones de restos. «Entendemos que es poner en un disparadero a las propias familias. Porque necesitas consenso para decidir si desentierras o no, y eso puede ser muy difícil. Puede llevar a que haya problemas entre los propios familiares. Y eso sería lo último», explicó.
También atacó el «oportunismo» de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, cuando la suya «lleva volcada en este tema siete años». Aprovechó para pedir al alcalde una respuesta a su petición de una ayuda para construir un monolito en el lugar donde se ejecutaba a los antifranquistas, frente al cementerio.