EDITORIAL PRENSA ASTURIANA

Director: Isidoro Nicieza


14 de Julio de 2003

ASTURIAS
 

Sacar los restos de fosas comunes supone desnaturalizar la Historia
Exhumar los cadáveres es inviable económicamente e insolidario:
¿qué pasará con los que no sean reclamados?


 

OVIEDO
PAULA  TAMARGO

Celestino Martínez es presidente de la Asociación de Familiares y Amigos de la Fosa Común de Oviedo. Su colectivo está en desacuerdo con los planes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que ha iniciado en Asturias las excavaciones para la localización de las fosas de la guerra civil y de la posguerra española.

-Su colectivo rechaza que se exhumen los restos de las fosas comunes. ¿Por qué?

-Por muchos motivos: supone desnaturalizar la Historia y hacerles el juego a los que más interés tienen en que estos hechos no se conozcan en toda su extensión; es impresentable someter a personas, en buena parte de avanzada edad, al macabro espectáculo que suponen estos procesos; se producirán, si no al tiempo, conflictos entre los afectados, provocando tensiones innecesarias cuando todos tenemos el mismo objetivo y sentimos el mismo dolor, y, desde un punto de vista jurídico, veremos en qué paran esos procesos. Además, es inviable económicamente y poco solidario y democrático: ¿se van a hacer unas exhumaciones sí y otras no en función de los recursos particulares que se puedan tener?

-Explíquese.

-¿Qué ocurrirá con los restos que no puedan ser identificados o que ya no haya familiares que los reclamen? Una locura, una insensatez de quienes propugnan esto.

-Hay familiares que piden recuperar los restos porque desean darles sepultura en un cementerio. En estos casos...

-Por supuesto, lo respetamos. Pero añadiré que el interés general debe primar sobre el individual. He tenido conversaciones con muchos familiares, han entendido nuestros planteamientos y los comparten. No creo que otros puedan decir lo mismo.

-La Asociación de la Memoria Histórica afirma que su labor la legitiman las peticiones de los familiares.

-¿De qué asociación me habla? No me quiero cabrear ante lo que tengo que leer y escuchar últimamente, pero la legitimidad y la credibilidad las dan los hechos, no los intereses espurios.

-Hay quien cree que la dignificación de las fosas comunes es la asignatura que le quedó pendiente a la transición.

-Hay opiniones diversas. Es posible que, con matices, sea cierto. Lo importante es que se cierre dignamente un episodio trágico de nuestra historia reciente. Unos ya lo han hecho, ahora es lo suyo que lo hagamos quienes durante años no pudimos. Es un hecho de justicia, así no se cerrarán en falso heridas aún abiertas. Como culminación, debería pensarse en una labor pedagógica con las nuevas generaciones, porque ese testimonio palpable vale más que cualquier lección teórica de Historia.

-¿La idea de la Asociación de la Memoria Histórica de instalar monolitos en las fosas?

-La idea, estupenda. Pero no es de esa, no sé cómo llamarla, asociación o qué. La idea estaba encima de la mesa del ex consejero de Asuntos Sociales, junto a otras. Algunas ya las han expuesto y otras seguro que lo harán, pero fueron fruto del pensamiento común de muchas personas y me parece de muy mal gusto querer apropiárselas y monopolizarlas. Se debe ser más prudente, sobre todo si eres advenedizo en estas cuestiones, y no entrar como un elefante en una cacharrería. Les pediría que reflexionaran.


 

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